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Plegarias en las alturas de Puno por la Virgen de la Candelaria

Más de 200 danzas costumbristas y espectaculares festejos es lo que la población puneña y turistas vivirán los primeros días de febrero con ocasión de celebrarse la tradicional fiesta de la Virgen de la Candelaria.

Publicado: 2014-02-03


Escribe: Iván Reyna Ramos

Fotos: Luis Yupanqui Mesías

Como todos los años, la fiesta de la Candelaria reúne a miles de danzantes entre hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños venidos de toda la región. Participan unas 70 bandas musicales, unos 9 mil músicos y 40 mil bailarines que portan máscaras hasta de diez kilos, recorriendo calles y plazas elevando plegarias a la “Mamacha Candelaria”, como así lo llaman cariñosamente a la venerable imagen, en señal de agradecimiento por los milagros concedidos a los habitantes del altiplano peruano.

La Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de la Candelaria reposa en el Santuario de la Iglesia San Juan Bautista. Ella es la patrona de Puno, ciudad que se alza a 3,870 metros sobre el nivel del mar.

El culto a la Candelaria -una de las veneraciones católicas más antiguas de La Virgen María- también está vinculada a los rituales de la Madre Tierra, la Pachamama, el lago Titicaca, los Apus, la lluvia, los truenos, creencia que simboliza pureza y fertilidad, y que la fiesta sirve, además, para juntar a empresarios y alpaqueros, servidores públicos y campesinos, todos mezclados en una explosión de júbilo reafirmando que Puno es la Capital del Folklore Peruano. 

Fiesta andina

De acuerdo con el programa oficial, el viernes 01 de febrero empieza con una misa comunitaria, después harán su ingreso los Q’hapos (concentración de los tenientes y sus centros poblados), y al mediodía en el Arco Deustua se realizará el pago a la tierra. La tarde llega con la bajada y pasacalle por las principales calles de la ciudad y la quema de Q’hapos en el atrio de la Iglesia San Juan, además de la bendición de candelas (en el Santuario Virgen de la Candelaria). Y a las siete de la noche, en la Catedral, se acelera la víspera en honor a la mamita Candelaria con la participación de los sikuris y vistosos fuegos artificiales.

El sábado 2 de febrero es el día central. A las diez de la mañana, en la Catedral se celebrará la solemne misa en honor a la Santísima Virgen María de la Candelaria, luego una procesión por las principales arterias de la ciudad, y vuelven otras misas comunitarias.

Pero la fiesta continúa. El domingo 3 de febrero, se abre el XLIX Concurso Regional de Danzas Autóctonas, en el que participan conjuntos de danzas típicas. El sábado habrá retreta ofrecida por las bandas de músicos de los distintos barrios de la ciudad, y en la noche se celebrará la misa de Víspera de Octava de la Santísima Virgen de la Candelaria a realizarse en la Parroquia San Juan, luego se festejará en el parque Pino con la quema de castillos ofrecida por los alferados.

La programación sigue el domingo 10 de febrero con el XLIX Concurso de Danzas Mestizas (trajes de luces) en honor a la mamacha Candelaria. El lunes habrá pasacalle, reparto de flores. El martes 12 de febrero llega a la parte final con el XI Concierto de Bandas de Música. 

Puno en la ruta

Puno es más intenso que su propio frío. Sin helada no tendrían el shuño de cada día, no tendría esos paisajes excepcionales ni la biodiversidad aparente a las bajas temperaturas. En el tiempo de los Pukara -y mucho antes los Kaluyas-, Puno fue cuna de naciones que hoy se denominan culturas vivas. Estas tierras dieron origen a la papa, la quinua, la cañihua, la alpaca. Crecieron con el majestuoso Lago Titicaca y de él nació el imperio de los Incas.

En Puno se puede visitar la provincia de Lampa donde se encuentra la réplica de La Piedad, misma creación del genio italiano Miguel Angel y viejas casonas como la de Frisancho. En el distrito de Atuncolla, pueblo con vivencias de la primigenia cultura Qolla, pues ellos levantas sus casas de piedras, la techan con ichu y hacen pago a la Pachamama. Muy cerca se encuentran las célebres chullpas de Sillustani, que en unas 8 hectáreas se contabilizan unos 200 ejemplares. Y si de comer se trata, no falta el tradicional Chairo, un chupe de carne sin leche. Otro es el Cancacho que lleva cerdo condimentado. El pejerrey y truchas son apreciados en diferentes platillos. En la ciudad hay pizzas, es irresistible pedir un risotto de ollucos con aroma de muña, o un carpaccio de alpaca bañado en salsa de sauco. Y de beber siempre hay vino caliente. Simplemente exquisito. 

Puno también es el Lago Titicaca -que por su efecto termorregulador- conviven 55 islas flotantes de los Uros aymaras, herederos de un riquísimo pasado como la totora que los alimenta, los abriga, le sirve de leña y de casa. Darse una vuelta por la Isla natural de Taquile es admirar el oasis de manos tejedoras. Arribar a la Isla de Amantaní es entrar al mayor centro energético del planeta que convoca a los lugareños a practicar rituales de la cosmovisión andina. Ticonata es otra Isla que desarrolla el turismo vivencial. En el centro poblado de Ccotos se elaboran finos tejidos que son requeridos por hoteles y restaurantes. En Llachón es propicio para el paseo en kayac, veleros y caminatas.

¿Cómo llegar? 

Vía aérea: Star Perú, Lan Perú desde Lima se llega al aeropuerto de Juliaca en dos horas y luego tomar un bus que en una hora arriba a Puno.

Vía terrestre de Lima a Arequipa: Cruz del Sur, Transportes Civa, Expreso Cial , Ormeño, el viaje dura 16 horas. De Arequipa a Puno va Cruz del Sur, Transportes JULSA (Av. Jacobo Hunter s/n - Telf.: 430843), el viaje dura 6 horas.


Escrito por

Revista Rumbos

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Publicado en

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