Texto: Isabel Luján

En Lomas de Paraíso el ascenso inicia a través de escaleras arcillosas, los pisos altitudinales son cambiantes, la altura máxima asciende a los 1,200 metros, todo un reto. En el camino podrá encontrar los rastros del antiguo hombre del periodo lítico: pinturas rupestres enquistadas en una imponente formación rocosa que asemeja a una cueva que muestran al venado y al caracol. A medida que avance, se verá envuelto entre la niebla, lo que confiere a la visita un aspecto surrealista, es posible olvidar por un momento a la ciudad y disfrutar con el canto de las aves del lugar y la armonía de la vegetación. Y si no es poco, Paraíso cuenta con acantilados que desafían al más temerario.

Entre las zonas más rocosas se pueden observar a las tímidas vizcachas, en el cielo surcan lechuzas de los arenales, cernícalos o quillichos. Loritos, cinco especies de picaflores, el turtupilin o putilla, y la pichisanca o gorrión europeo se escabullirán entre los arbustos y árboles de la tara, huarango y mito.

Lomas de Paraíso muestra su gran biodiversidad a los visitantes a través de sus 1,700 hectáreas. Apenas este año han sido –por fin- habilitadas para el deleite del público 2.6 kilómetros de caminos que son recorridos en dos o tres horas. Su apertura es el resultado de años de esfuerzo de pobladores de los asentamientos humanos Edén de Manantial y Bellavista, sumado al trabajo de la ONG ALEV.

Uno de los promotores más fervientes del lugar es el ingeniero ambiental Juan Villantoy, director de ALEV. Después de cuatro años de trabajo ha logrado conseguir el apoyo de la Municipalidad de Lima, que ha invertido en la capacitación de guías y en la apertura de caminos a través del proyecto Lomas de Lima.

Hasta ahora, los aficionados al trekking se aventuraban a explorar estas áreas por cuenta propia, y la idea del proyecto es que las visitas se lleven a cabo de manera organizada y solo por los caminos señalados para no destruir la flora y ahuyentar la fauna del lugar.

“La zona no es apta para viviendas, pues la mayor parte del tiempo se hallan respirando agua, lo que a su vez desencadenará en ellos enfermedades respiratorias” advierte Villantoy y hay que tomarlo en cuenta seriamente, pues estas lomas almacenan la mayor cantidad de humedad en toda la costa peruana –después de la loma de Atiquipa (Arequipa)- por ello también son las que ostentan mayor reserva de la flor de Amancaes. Pero eso importa poco a los los traficantes de terreno, que día a día merman más las lomas de Paraíso. 

La construcción ilegal de una carretera ha dañado cerca de 50 hectáreas de la zona de conservación, se trata de una ampliación que nace desde la Asociacion Minas de Agua –conjunto de asentamientos humanos que se dedican a la crianza de cerdos.

El siguiente objetivo del equipo de Villantoy convertir Paraíso en un Área de Conservación Regional (ACR) y poner fin al tráfico de terrenos que cada día merman más las lomas de Paraíso.

Cuentan los lugareños que, años atrás los cerros daban paso a espectáculos memorables, pues a veces se teñían de naranja en verano –debido a la presencia de la flor Stenomesson- luego de amarillo en invierno por la Amancaes. La rápida ocupación del hombre sobre los terrenos de las lomas ha dejado en el recuerdo estos bellos espectáculos naturales.

Un mito curioso: los lugareños creen que antiguamente la ruta de las lomas de Paraíso y las de Lúcumo era un circuito de aterrizaje para naves especiales sobre todo en primavera y verano.

Sólo, con la novia, con amigos o en familia, visite lomas de Paraíso. El recorrido, acompañado de jóvenes guías voluntarios, es totalmente gratuito, no hay excusa.

Guía del viajero

Contacto:

ONG ALEV

Celeste Villoslada ( Coordinadora General de la ONG ALEV) clvilloslada@gmail.com / 980969855

Juan Villantoy (Presidente de la ONG ALEV) villantoy@gmail.com / 986945250

¿Cómo llegar?

Del paradero hospital María Auxiliadora o Ciudad de Dios en San Juan de Miraflores, pueden tomar la línea 22 y bajar en el mercado Paraíso.